El autoconsumo ofrece a los municipios una doble vertiente:
Convertirse en potenciales promotores de instalaciones en sus propios edificios municipales, generando ahorro económico y aportando un papel ejemplarizante en la sociedad.
Ser facilitadores de aquellas instalaciones realizadas por la ciudadanía y empresas del municipio, tanto a través de la agilización de los trámites municipales como mediante las bonificaciones de impuestos o beneficios fiscales, evitando, en cualquier caso, ralentizar o lastrar su desarrollo al objeto de promocionar los beneficios locales y socioeconómicos asociados al autoconsumo.
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